El centro artístico que gestiona el ILC de la Diputación Provincial acoge hasta el próximo 7 de septiembre una singular muestra repleta de mensajes cruzados entre los trazos pictóricos de Gamoneda y la pintura poética y sensitiva de Fernández de Molina, que ha sido comisariada por el poeta, actor y activista cultural Víctor M. Díez
A modo de conversación plástica, poética y reflexiva entre el artista Javier Fernández de Molina y el poeta Antonio Gamoneda -algo que va más allá de la mera convivencia de trazos y versos en una misma sala-, el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación provincial ha inaugurado en el palacete del CLA (Centro Leonés de Arte) la exposición ‘Antonio Gamoneda y Javier Fernández de Molina, territorio de diálogo. El hospital y el sinsonte, aprender a volar’. Producida junto a la veterana galería capitalina Ármaga, está comisariada por el poeta, actor y activista cultural Víctor M. Díez.
La muestra está integrada por un ejemplar numerado 14/50 del libro ‘El hospital y el sinsonte, aprender a volar’, editado por Biblioteca Errante con motivo de la colaboración mutua y estrecha entre dos artistas distintos pero plenos de curiosidad y talento: Antonio Gamoneda y Javier Fernández de Molina. Un total de algo más de sesenta obras entre las que se encuentran nueve grafías y dibujos, experimentales y originales, que permiten al espectador “una aproximación perfecta y lúcida a la gesticulación articulada y plástica del trazo inigualable de Antonio Gamoneda, trazo que se convierte en palabra o simple gesto y linealidad informal que logra trasmitir una gran intensidad plástica”, como aseguró durante la presentación el director de Arte y Exposiciones del ILC, Luis García Martínez.
Al mismo tiempo, se puede observar un conjunto amplio de estudios y piezas preparatorias de Javier Fernández de Molina por medio de un tratamiento acuarelado y de guache sobre papel, material que incorpora en sí mismo un componente textural muy destacado, favoreciendo los matices plásticos y cromáticos de la composición. Al mismo tiempo se incorporan seis pinturas sobre lienzo que permiten al visitante introducirse en un espacio más identificativo y específico de la práctica plástica de Javier, libre de puntos de referencia o elementos subyacentes de tensión creativa, como es el caso de la poesía de Gamoneda. Este conjunto de obras permite “una visión panorámica, rica y densa, de ese espacio vital de convivencia y diálogo entre dos grandes creadores, mostrándonos un territorio fértil, de gran intensidad emocional que se plasma en una fusión de elementos gráficos poéticos y el mundo mágico y de ensoñación de la pintura”, continuó Luis García.
Una muestra que también supone un sincero homenaje al creador de las actuales estructuras culturales de la Diputación de León, Antonio Gamoneda, que vuelve a su casa de la mano de su amigo Javier Fernández de Molina revitalizando y actualizando su compromiso con una propuesta que une plástica y poesía, tal y como ya ha venido ocurriendo con otros destacados artistas plásticos como Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Albert Agulló o Juan Carlos Mestre.
“El poema se va haciendo, se va dibujando en una suerte de intercambio de los hurmientos. Un toma y daca de lentitud y paciencia. Hasta crear, sostiene Gamoneda: ‘una comunidad conceptual y sensible que nos permite entender nuestro trabajo como hemos dicho: como una obra integrada y única’”, escribe el comisario de la muestra, Víctor M. Díez.
“No me pidan explicaciones de lo que es tan real ante sus ojos. Pues, ni la caligrafía de la escritura de Antonio –bella, proto-egipcia, cirujana, esculpida–; ni la oralidad del otro, Fernández de Molina –luso-pacense, romaní, elíptica, salvaje… y con trazas húngaras al aparato– parecerían armas poco esclarecedoras para la ‘comprensión lectora’. Hablemos pues, atiendan a la invitación, de la comprensión poética, esa que por serlo es comprensible en sí misma y tan inexplicable como un pájaro que vuela en una habitación cerrada. El libro es de ver, es de abrir, es de escuchar. El libro es de leer con los ojos cerrados y la mente abierta. Este libro es una fiebre amistosa para sentir el jipío del planeta”, prosigue el comisario en torno a esta exposición.
Sobre Javier Fernández de Molina
Javier Fernández de Molina (Badajoz, 1956) se formó en la Academia Arte-Estudio de Sevilla y más tarde se licenció en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría. En 1982 da comienzo su primera etapa como artista, con obras en las que se observa una conjugación de elementos expresionistas en el trazo y de elementos poscubistas en lo referente a la luz y al color. A partir de 1988 se centra en los rasgos más definitorios de su pintura actual, en el predominio de valores cromáticos y gestuales.
Su pintura es reflexiva, con una enorme influencia poética que ilumina la composición y que provoca el infinito convertido en luz. Su obra, siempre con una base figurativa, crea un mundo de sensaciones a través de un uso explosivo y onírico –lleno de veladuras– del color. En Mérida fue cofundador, junto con los pintores Miguel Ángel Galano y Luis Ledo, con el fotógrafo Ceferino López y con Antonio Gómez, de ‘Paso a paso’, revista gráfica. Ha realizado colaboraciones con multitud de artistas a lo largo de su carrera, así como ilustraciones para libros de poemas de Juan Miguel Ullán, Ángel Campos Pámpano o Luis Landero, así como portadas de discos… Fue amigo de Camarón de la Isla y fruto de esa amistad resultó la ilustración de los discos ‘Flamenco vivo’ (único disco de concierto en directo de Camarón), ‘Obras completas’ y ‘Camarón nuestro’. Es autor de numerosas series dedicadas a los temas más heterogéneos, mostrando con ello su versatilidad, su adaptación a diferentes motivos artísticos. Su sólida y prolongada trayectoria artística está avalada por numerosas exposiciones individuales en Badajoz, Mérida, Sevilla, Cáceres, Pamplona, Madrid, Zafra, Hervás, Don Benito, Bilbao, Granada, Alentejo, México D.F., Villafranca de los Barros… En 2019 fue galardonado con el Premio de Cultura Gitana 8 de Abril por su trayectoria y por su sensibilidad y colaboración con el pueblo gitano.
Sobre Antonio Gamoneda
Con solo tres años, Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931), ya huérfano de padre (de su mismo nombre, poeta en la órbita del modernismo que publicó un solo libro, ‘Otra más alta vida’, en 1919), se trasladó con su madre a León. Para sus ojos infantiles, el barrio de El Crucero, donde se instalaron al principio, fue un observatorio privilegiado de la represión llevada a cabo por los nacionales durante la guerra civil y la inmediata postguerra.
Desde 1979 hasta su jubilación en 1991 fue director gerente de la Fundación Sierra-Pambley, creada en 1887 como una especie de apéndice de la Institución Libre de Enseñanza orientado a la educación de campesinos y obreros. De poesía o en torno a la poesía ha publicado una veintena de libros, entre los que destacan: ‘Sublevación inmóvil’ (1960), ‘Descripción de la mentira’ (1977), ‘Blues castellano’ (1982), ‘Libro del frío’ (1992), ‘Libro de los venenos’ (1995), ‘¿Tú?’ (1998, en colaboración con el artista Antoni Tàpies), ‘Arden las pérdidas’ (2003), ‘Cecilia’ (2004) o ‘Canción errónea’ (2012). Sus ensayos aparecen recogidos en ‘El cuerpo de los símbolos’ y su obra poética completa se editó́ por primera vez en 2004 con el título de ‘Esta luz’.
El poema más antiguo que conserva fechado es de 1947 y dice así: “Te beberé el cabello / y cerraré los ojos. / Tú seguirás manando / tu cabello / turbio de besos”. Buena parte de sus obras ha sido traducida a distintos idiomas (francés, portugués, sueco, árabe, hebreo, neerlandés). Ha participado, con lecturas, poemas y conferencias, en cursos y encuentros de instituciones y universidades de toda España y países de Europa, América, África y Asia. En 1985 fue Premio Castilla y León; en 1988, Premio Nacional de Literatura por su libro Edad; posteriormente, Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid 2005; Prix Européen de Littérature 2006; Premio Reina Sofía de Literatura Iberoamericana 2006 y Premio Cervantes 2006 por el conjunto de su obra. Es doctor honoris causa por la Universidad de León y por otras cuatro universidades latinoamericanas
La exposición ‘Antonio Gamoneda y Javier Fernández de Molina, territorio de diálogo. El hospital y el sinsonte, aprender a volar’ podrá contemplarse en el Centro Leonés de Arte (CLA) de la avenida Independencia, 18, León, hasta el 7 de septiembre, de acuerdo con el siguiente horario: de martes a viernes de 17.00 a 20.00; sábados de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; domingos y festivos de 11.00 a 14.00. Además, se pueden solicitar visitas guiadas para grupos en el teléfono de contacto 987 262423.