Diputación costeará la restauración del Panteón de la Colonia Leonesa de Cuba, que se encuentra en estado crítico  

El Instituto Leonés de Cultura destina 25.000 euros a la rehabilitación de uno de los edificios más significativos de la emigración leonesa, construido en 1918 y ubicado en el cementerio Colón de La Habana, declarado monumento nacional cubano en 1987      

El presidente de la Diputación, Eduardo Morán, recordó la labor de difusión de los valores provinciales que lleva a cabo la Colonia Leonesa pero también apeló a razones humanitarias al recordar que el enterramiento digno “constituye uno de los derechos fundamentales”

El presidente de la Diputación provincial de León, Eduardo Morán, ha dado a conocer una iniciativa que, “por varias razones, cuenta con un carácter realmente singular y especial” como es la ayuda concedida a la Colonia Leonesa de Cuba para restaurar su Panteón funerario, que data del año 1918, es de grandes dimensiones y se encuentra en un estado realmente lamentable. “Aunque el principal ámbito territorial de la Diputación, como bien sabéis, son los municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia de León, en ocasiones lo leonés, lo que representa esta tierra, excede los límites de la provincia e incluso del país”, indicó Morán.  

“Es lo que sucede con una de las Casas de León más antiguas y significativas del otro lado del Atlántico: la Colonia Leonesa de Cuba. Su panteón funerario, ubicado en el Cementerio Colón de La Habana, se encuentra en muy mal estado y precisa de una serie de reparaciones de urgencia que, dada la situación económica del país y de la propia Colonia Leonesa, no pueden afrontar sus propietarios”, explicó.

A la vista de la situación, la Diputación Provincial tomó la decisión de ayudar a estos descendientes de leoneses y leonesas a restaurar el monumento, poniendo a disposición de la Colonia un total de 25.000 euros que irán íntegramente destinados a labores de consolidación, rehabilitación y mejora de los nichos. El panteón se encuentra situado en el cementerio Colón de La Habana, que es el tercer cementerio más grande del mundo, Monumento Nacional Cubano desde 1987, y que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El edificio tiene 300 metros cuadrados y consta de tres niveles o pisos: el de la entrada y dos subterráneos. El escudo de León labrado en el frontal, la portada de inspiración románica, las imágenes de La Virgen del Camino y de San Froilán, así como vidrieras que imitan los colores de las de la Catedral de León son algunos de los motivos leoneses que contiene. El paso del tiempo y la falta de fondos han ido deteriorando su estado: presenta grietas y otros problemas estructurales, se han roto las vidrieras e incluso muchos de los enterramientos presentan una imagen crítica con restos metidos en cajones de hormigón; “un estado indigno de un lugar de estas características”, recalcó Eduardo Morán, quien también se refirió al hecho de que el arreglo del edificio era una vieja demanda de la Colonia Leonesa que hasta ahora no se había podido materializar por las enormes dificultades administrativas y burocráticas que entrañaba, “pero que, tras mucho trabajo, ha sido posible conceder desde el Instituto Leonés de Cultura”. 

A la hora de llevar a cabo esta iniciativa, “la Diputación provincial ha tenido en cuenta el alto valor simbólico que el edificio posee para varias generaciones de descendientes de leoneses en Cuba -dijo Morán- y la labor de difusión de lo leonés que la Colonia continúa ejerciendo con gran esfuerzo y entusiasmo”. También recordó que, a día de hoy, la Colonia Leonesa cuenta con unos 600 socios y que, en 2014, coincidiendo con su centenario, la Diputación Provincial le concedió su Medalla de Oro.

“Al dar sepultura digna a muchos leoneses que emigraron a Cuba también hemos tenido en cuenta cuestiones humanitarias: no olvidemos que el enterramiento adecuado constituye uno de los derechos fundamentales del ser humano”, incidió Eduardo Morán antes de dar simbólicamente la palabra al presidente de la Colonia Leonesa de Cuba, Raúl Parrado Iglesias, quien envió un vídeo para la ocasión dando las gracias a la Diputación provincial de León y al Instituto Leonés de Cultura y especificando que el panteón es el “único bien patrimonial de la Colonia” y “el más grande de todas las sociedades de Castilla y León existentes en la isla”.    

La Colonia Leonesa de Cuba se funda en 1914 con el objetivo de “aglutinar y estrechar las relaciones entre los leoneses y sus familiares residentes en Cuba”. Dado su carácter recreativo y asistencial, desde el primer momento se encarga también de proporcionar a sus socios un servicio de enterramiento. De esa manera, en 1918 la Junta Directiva propone la compra de una parcela “al objeto de construir un Panteón para los asociados y sus familiares”. Se compra en mayo de ese año y se nombra una comisión a fin de recaudar los fondos necesarios para su coste -1.200 pesos-, meta que se logra rápidamente. El primer enterramiento tuvo lugar al año siguiente, en 1919; y hoy alberga los restos de unos mil leoneses y descendientes.