Muy castigado por el paso del tiempo y por la apertura de huecos para fines privados, el sector 3 de la muralla de Almanza será objeto de unas labores que incluyen la reposición de materiales y la creación de un acceso
El Instituto Leonés de Cultura aporta 189.000 euros de los 210.000 que supone la intervención
Una parte de la muralla medieval de Almanza, el denominado ‘tramo 3’, será objeto de unos trabajos de consolidación y restauración con los que se recupera un sector especialmente deteriorado a causa del paso del tiempo, la pérdida de materiales y la apertura de huecos para todo tipo de fines. El presupuesto total de estas labores asciende a 210.000 euros, de los cuales el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación Provincial aporta 189.000, dentro del llamado ‘Programa R: Recuperar-Regenerar-Reactivar’.
Las intervenciones propuestas en este proyecto actúan sobre la muralla de Almanza, situada dentro del casco histórico y en el entorno del castillo-palacio de la localidad, declarados Bienes de Interés Cultural con las categorías de Conjunto Histórico y Monumento respectivamente, siendo también Monumento la propia muralla. Este elemento de fortificación ya fue objeto de intervenciones anteriores, en concreto sobre los tramos 1 y 2, por lo que el actual proyecto persigue consolidar, restaurar y poner en valor el tramo 3, situado entre aquellos. Un sector que se encuentra muy modificado respecto a su configuración inicial porque, tras las primeras reformas llevadas a cabo sobre el mismo (con la construcción del castillo-palacio en el siglo XV), se sucedieron el abandono por pérdida de su uso original defensivo y las reutilizaciones posteriores tanto de su material para otras construcciones como de su estructura, como elemento de apoyo de nuevas edificaciones.
Durante la vida de estas últimas, apoyadas en la cerca medieval a modo de muro central y, por lo tanto, construidas a ambos lados de la misma, se realizaron en la muralla demoliciones parciales y aperturas de huecos con el fin de adaptar este elemento a las necesidades de esas nuevas edificaciones y poder así comunicar sus dependencias. Todas estas actuaciones de carácter privado, sobre las que en aquel momento no existía ningún tipo de control oficial, acabaron por deteriorar considerablemente el bien sobre el que ahora se actuará.
Con todo esto, en el presente proyecto se plantean diferentes intervenciones que continúan con la línea de recuperación de los restos del recinto, ya iniciada en fases anteriores. En primer lugar, demolerá de manera controlada la construcción ajena a la muralla que aún oculta parte de la misma, de modo que no se produzcan daños adicionales durante la ejecución de los trabajos. Esta actuación se llevará a cabo con la pertinente supervisión arqueológica. Posteriormente se realizarán labores de reconstrucción de las zonas perdidas o demolidas del muro, de manera que se unifiquen y consoliden los restos existentes. Finalmente, se ejecutarán labores de limpieza, restauración y consolidación de la fortificación, tratando de respetar su aspecto original, incluyendo su remate superior.
Adicionalmente, y con el fin de poner en valor este elemento histórico y hacer una mejor lectura del mismo, se urbanizará el solar resultante tras la demolición de la edificación existente. Su superficie se unificará con la de la calle Arco y se construirá una escalera de acceso a la misma desde la calle La Muralla, de tal forma que sea accesible a cualquier persona por una u otra vía. Mientras tanto, en el resto de tramo hacia el suroeste, se aportará de tierra y se sembrará césped con el objetivo de proteger la cimentación de tapial actualmente expuesta.
Para realizar este proyecto el Ayuntamiento de la villa del Cea se acogió al denominado ‘Programa R’, un plan especial del Instituto Leonés de Cultura orientado a la restauración del patrimonio y dotado en total con ocho millones de euros, la mayor cantidad destinada nunca por cualquier tipo de institución, en un único ejercicio, a la recuperación de edificios históricos de la provincia de León.