El periodista Fulgencio Fernández, el colectivo de oficios tradicionales Homo Faber, el artista Félix de la Concha, el escritor y recopilador del patrimonio musical Ángel Fierro y el cineasta Néstor López recogieron sus estatuillas en un acto en el que no faltó la lucha leonesa ni la música a cargo de las pandereteras Ruxideira y de los hermanos Adri y Leo
En el ‘corro’ de Riaño, el espectacular Luchódromo con vistas a los montes Gilbo y Yordas, el ILC de la Diputación Provincial hizo entrega de los Premios Concejo de la Cultura Leonesa en la cuarta edición de estos galardones nacidos con el objetivo de reconocer anualmente a creadores individuales o colectivos, vinculados a cualquiera de nuestras comarcas y que hayan destacado en diferentes ámbitos de la cultura. El periodista Fulgencio Fernández en la categoría de Letras, el proyecto orientado a la enseñanza de oficios tradicionales Homo Faber en la de Patrimonio, el artista Félix de la Concha en Artes, el cineasta Néstor López en Medio Audiovisual y el escritor e investigador Ángel Fierro en Música y como homenaje a toda su trayectoria recogieron sus estatuillas, obra del escultor Amancio González.
“Somos plenamente conscientes del enorme legado artístico y del potencial creativo con el que cuenta nuestra tierra”, aseguró, durante su intervención, el presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel, a la vez que ejemplificó algunas líneas de actuación concretas llevadas a cabo en lo referente a cultura y patrimonio tales como el Programa R, “que ha supuesto la mayor inversión pública llevada a cabo nunca en el patrimonio de la provincia de León, con once millones de euros en tres fases”. “La puesta en valor del yacimiento de la ciudad astur-romana de Lancia, que estamos ejecutando en estos momentos con la construcción de su Centro Arqueológico -prosiguió el presidente-, es otro de los proyectos clave de este mandato desde el punto de vista cultural y patrimonial”.
Álvarez Courel destacó la fuerza de la creación leonesa y se refirió al propio nombre de los premios y a la institución del concejo, común a todas nuestras comarcas, con la expresión “es la cultura que nos identifica”. Por su parte, y antes de proceder a la entrega de las estatuillas de las ‘manos-árbol’ que simbolizan el trabajo en común de las facenderas y de los concejos y juntas vecinales de León, el diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Emilio Martínez Morán, remarcó que la importancia de los Concejo reside en el hecho “de querer reconocer, como sociedad, en colectivo, el talento y el trabajo que en distintos ámbitos de la cultura han demostrado, de forma más que sobresaliente, algunos de nuestros paisanos y paisanas. Personas que en ocasiones han visto distinguido y valorado ese trabajo fuera de nuestras fronteras pero que aquí no se ha reconocido como sería deseable”.
Martínez Morán recordó que los Premios Concejo “nacieron con el afán de reconocer las mejores aportaciones culturales hechas por personas o colectivos vinculados a nuestras comarcas y de recuperar, unificar e impulsar una serie de galardones anteriores relacionados con el ILC”. “Pero a eso yo añadiría un componente de justicia -añadió-, el afán por que la provincia de León deje de ser ese lugar que de alguna forma olvida, minimiza o maltrata a los suyos, para pasar a ser una tierra verdaderamente orgullosa de sus creadores, de sus investigadores y de sus activistas culturales”.
Tras las palabras del diputado de Cultura y del presidente de la administración leonesa, los diferentes galardonados recogieron sus estatuillas mientras el coordinador de Proyectos del ILC, Emilio Gancedo, que se encargó de conducir el acto, resumió las razones aducidas por el jurado a la hora de conceder los premios: el escritor y periodista de La Crónica de León Fulgencio Fernández, por llevar décadas dando visibilidad a las gentes de nuestro medio rural y por ser dueño de un personalísimo estilo que aúna el periodismo, la literatura y la etnografía; los creadores del Proyecto Homo Faber, Paco Azconegui y Mónica Martín Sisí, dedicados desde hace más de 35 años a la enseñanza de los oficios tradicionales, organizando cursos y talleres sobre técnicas y materiales populares, fundamentalmente madera, yeso, cal y tierra; el artista plástico Félix de la Concha, de reconocimiento internacional, hiperrealista y siempre ligado al paisaje natural, arquitectónico o humano, que posee un lenguaje cercano al fílmico y en cuyas series pictóricas intenta captar, de manera magistral, el paso casi imperceptible del tiempo.
Pero también Ángel Fierro, poeta, narrador, investigador y activador cultural, recopilador de centenares de tonadas, romances y otros temas tradicionales, a quien se otorgó el premio como un reconocimiento global a toda su trayectoria creadora y a su personalidad polifacética y entusiasta; y Néstor López, director de cine y productor en cuyas creaciones late una honda mirada humana sobre los problemas de la vida diaria, obras que toman el pulso de un mundo cambiante, recogiendo sin censuras temas de gran actualidad como el racismo, la homofobia, la masculinidad tóxica o la violencia.
Como no podía ser de otra forma al celebrarse en el emblemático corro de Riaño, el acto contó también con una exhibición de aluches organizada por la Federación de Lucha Leonesa y comentada por el investigador y divulgador Antonio Barreñada; corrió a cargo de Sergio Celadilla, de Lugán; Sergio Millán, de Santa Olaja de la Ribera; Juan Antonio Díaz, de Villaverde de Arcayos, y Adrián Ferreras, de Gradefes. Pero tampoco faltó la música como en años anteriores: en este caso se encargaron de abrir el evento los jóvenes Adri y Leo -a la dulzaina y al tambor, calzados de madreñas- y de cerrarlo, el trío de pandereteras leonesas Ruxideira, formado por Xana Prieto, Cristina Carneiro y Beatriz Castro. Además de premiados y acompañantes, el acto reunió a representantes de la cultura, miembros del jurado de los premios, trabajadores del ILC y alcaldes y concejales de la zona encabezados por Senén Presa, alcalde de Riaño.
Los Premios Concejo de la Cultura se han venido entregando en espacios singulares y emblemáticos de nuestras comarcas; así, si la primera edición tuvo lugar en el monasterio de Santa María de Carracedo, en plena hoya berciana, la segunda se celebró en el Museo de los Pueblos Leoneses de la villa amurallada de Mansilla de las Mulas y la tercera bajo el ‘teito’ de la Palloza de Balboa, en el occidente del Bierzo.

Fulgencio Fernández, premio de las Letras.

Enseñanza de oficios tradicionales Homo Faber, premio de Patrimonio.

Félix de la Concha, premio en Artes.

Néstor López, premio en Medio Audiovisual.

Ángel Fierro, premio en Música.



